En su conferencia,
Agustín Fernández Mayo explicó qué es para él escribir bien. Es decir, para él,
el arte de escribir bien consiste en, por ejemplo, describir un vaso como si lo
viese un extraterrestre; decir algo nuevo o algo que todo el mundo conozca pero
de forma diferente, dar a lo común de una descripción tu propia individualidad
que puede ser, simplemente, destacar una cualidad o característica del propio
objeto que tenga más relevancia que el resto para uno mismo y que será en
muchas ocasiones (y siendo elaborado) algo individual que despertará una
respuesta quizás de acuerdo y conformidad, o quizás de discordancia con el
próximo lector que lo lea que puede ser él mismo o puede ser otra persona.
La verdad es que me
siento muy identificado con esto, considero que si una persona observa una
habitación común, por ejemplo, nunca va a describirla igual que otra persona,
siempre va a haber diferentes detalles que quizás se vean en la propia descripción
a simple vista o que solo se aprecien en cosas casi imperceptibles como la
manera de ordenación de la descripción; dos personas pueden poner las mismas
cualidades pero seguramente la ordenación de estas será diferente.
Esto me lleva a otro
punto, ¿un narrador es capaz de describir por completo una escena? Yo, por mi
parte, considero que es imposible, no vemos todo lo que pasa y cada uno, como
he dicho antes, ve las cosas de forma diferente, con lo cual esto es imposible.
Esto nos lleva al
último punto de esta idea y título de esta exposición. Entonces, ¿nuestra
manera de describir nos describe? (valga el juego de palabras). Yo, por mi
parte, considero que sí, que la descripción de un novelista sobre una escena
dice mucho de él, es como la caligrafía de una persona; es individual y única
no solo en el individuo sino en el individuo en un determinado espacio y
tiempo.
Un ejemplo de ello es
lo que ocurre en mi relato El infierno es
exotérmico, en este relato hay una escena en la cual el protagonista acaba
de hacerse un sándwich caliente, y antes de poder probarlo llaman a la puerta y
debe irse, al volver lo que resalto de la escena es que el sándwich se ha
quedado frío. Creo que habría pocas o
ninguna persona que habría descrito que al volver el sándwich se había quedado
frío, al menos esa es mi impresión.
Quizás por eso me guste tanto las novelas de finales del XIX y principios del XX...
Te hago un offtopic: lo siento pero soy incapaz de leer nada con esa combinación de fondo oscuro + letras negras. Si es que el título de esta entrada ni se distingue la última palabra.
ResponderEliminarPero besitos rey.
¿Y qué me color recomiendas para la letra?
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